No pretendo aburrirte con sofisticados términos de las investigaciones científicas sobre el concepto del Bienestar o la misma Psicología Positiva.  Más pretendo compartir algunos hechos que faciliten la comprensión de la responsabilidad individual para estar y sentirnos bien.

Alcanzar el bienestar es un objetivo universal y aunque puede ser muchas veces influenciado por factores externos, lo cierto es que en alguna medida depende de una responsabilidad individual.  A excepción de las personas privadas de alguna facultad o enfermedad física o mental, somos responsables de asegurar el autocuidado (dieta, ejercicio, descanso, disfrute, crecimiento y relaciones saludables). 

El bien-estar no está relacionado a ser felices desde el gozo del placer y la ausencia de dolor (la hedonia, según los filósofos de la antigua Grecia).  No es buscar y experimentar placer, satisfacción sensorial y gratificación inmediata; tampoco está relacionado con la búsqueda de emociones positivas y la evitación de emociones negativas.

Tampoco abordarlo como Aristóteles, Platón y Sócrates, lo discursaban: conocer y cultivar las virtudes humanas y vivir de manera congruente con ellas (la eudaimonia).  Se imaginan cultivar una vida plena, bien vivida, solamente porque somos virtuosos y congruentes. 

Entonces, dame el permiso de expresar este concepto desde un enfoque más realista y experiencial, lejos de seguir una moda o un tema “cool”; hoy día pareciera ser que cualquiera se convierte en “experto” por la lectura de un libro o algún video masivo.  Por el contrario, lejos de proponer una mirada experta, me gustaría ponerlo desde la mirada de la curiosidad, la mirada apreciativa y la investigación cualitativa. 

Profundicemos más en la materia, entre tanto puedes ir sacando conclusiones sobre tu propia satisfacción en la vida y florecimiento en ella, el Bienestar subjetivo.  No entraremos en el campo de la Psicología Positiva, pero si parquearemos en ella un poco para comprender dónde nace y qué dio realce al concepto tan mentado hoy día y que me tiene aquí escribiendo sobre el Bienestar en el ser humano. 

La felicidad no ha sido solo un tema de interés para los filósofos, es un asunto medular también para la personas normales y silvestres como tú y como yo. Es que, en realidad, la Psicología Positiva es de historia corta con pasado largo. Nace porque durante una buena parte de las ciencias humanas, la Psicología tradicional se había enfocado en las patologías y las dificultades del individuo; pero faltaba poner foco también en el funcionamiento óptimo de las personas y a los factores que nos permite como humanos y a los sistemas vivos organizados (familia, iglesia, escuelas, universidades, instituciones, país, empresas, comunidades, etc.) vivir a plenitud y bien-estar.

En consecuencia, hablar sobre la felicidad y el bienestar, esta vez se hace desde la ciencia, el método y como una disciplina – es el origen de la misma Psicología Positiva-Recordemos que, en el pasado, la filosofía estaba ligada a la ciencia y todo tema era abordado desde ese matrimonio; más tarde se separaron (casi que se divorciaron) y los temas hoy son analizados desde hogares diferentes. 

A lo mejor tengas algunos paradigmas con el término felicidad y bienestar, por lo pronto hagamos una inmersión hacia el Bienestar subjetivo y su hermana gemela pero no idéntica, la felicidad.

Las ciencias iniciaron hablando de felicidad, hoy día la ciencia está más enfocada a hablar del Bienestar subjetivo, porque transmite mejor la complejidad filosófica del concepto; pareciera explicar que va más allá de la mera alegría con la que históricamente hemos relacionado a la felicidad; incluso éste último nos hemos acostumbrado a usarlo de manera más coloquial, y el bienestar es un término con más fundamento científico. 

La felicidad es una emoción que todos sabemos reconocer cuando la experimentamos, pero en sí, es difícil de explicar. El Bienestar subjetivo posee tres aspectos claves que nos permiten apreciar mejor su composición:

  1. Es subjetivo, es parte de la experiencia interna de cada uno.
  2. No es solo la ausencia de factores negativos en la vida, sino que incluye también, la existencia de aspectos positivos en la vida.
  3. Incluye una evaluación integral de aspectos en la vida, no se centra en un sólo aspecto de ella.

El Bienestar subjetivo, es el grado en que juzgamos positivamente la calidad de nuestra propia vida o cuánto apreciamos nuestra vida (percepción de algo que no tiene precio).

La felicidad tiene un componente afectivo, sentimos emociones positivas o negativas que nos brinda felicidad o infelicidad. Pero también tiene un componente cognitivo, la forma en que evaluamos nuestra satisfacción ante la vida, con las diferentes áreas de nuestra existencia y los juicios inconscientes que nos hacemos de nuestra propia vida. Vivimos comparando nuestra existencia con el ideal de vida que tenemos conceptualizado o con los sesgos inconscientes que hemos heredado como aprendizaje automático; esto hace por supuesto, que la mayor parte del tiempo nos perdamos en el camino a la misma felicidad. 

No olvidemos que vivir con la ausencia de cosas desagradables en nuestra vida, no significa necesariamente, que vivamos en presencia de las cosas agradables que nos pasan.  De ahí que la felicidad es una combinación de sentir alegría, tener la sensación de que nuestra vida es buena, que tiene sentido y vale la pena. 

En resumen, conociendo ahora más el Bienestar subjetivo según la ciencia, podemos decir que estos tres elementos lo conforman:

  1. Balance afectivo: proporción entre emociones que experimentamos, positivas como negativas (aquí la ausencia total de alegría como se ha interpretado a la felicidad).
  2. Satisfacción ante la vida: cómo evaluamos nuestra vida cognitivamente.
  3. Sentido de la vida: hasta qué punto sentimos que nuestra vida tiene o cumple un propósito y que vale la pena. A mi en lo particular, este tercer elemento me parece clave para una vida de Bien-estar. 

Sigamos profundizando más… El tema Bienestar es un tema complejo y multifacético; no hay una definición única o “el” modelo del Bienestar. Quizás la mejor manera de tranquilizar nuestra curiosidad en el tema es hacer una comparación con el clima: 

¿Qué es el clima? – ¿es la temperatura, es la humedad o son los vientos? Estamos claros que cada uno forma parte del clima, pero ninguno es “el” clima en si mismo. Es un compuesto de todos estos elementos. De igual manera, podemos aceptar que el Bienestar, es un “collage” de varios elementos, distintos pero interrelacionado.

Me gusta como lo plantea Martin Seligman, uno de los precursores del Bienestar subjetivo, con su propuesta del modelo P.E.R.M.A., uno de las más usados en el entendimiento del Bienestar humano:

Resultado de imagen para imagen del modelo PERMA SELIGMAN

Creo que hemos llegado al punto que queríamos, conocer el Bienestar desde la Psicología Positiva; verlo en esta imagen nos permite dimensionar que el Bienestar se trata de un constructo y no de un sólo aspecto, como lo es la felicidad. Me permito mencionar que yo sumaría a ese modelo de Bienestar según Seligman, una “S” como un sexto elemento: Salud -física y mental-; considerando que el sentirnos bien en lo físico y mental, es parte del constructo de una vida plena.

Otro modelo y de los primeros en acuñar el término del Bienestar, es el de Carol Riff, propuesto a mediados de los 90´s y compuesto por 6 elementos; observa cómo se amplían las dimensiones para entender qué hace que el ser humano tenga Bienestar en su vida,
Resultado de imagen para imagen del modelo de bienestar psicologico Ryff

Por último, un modelo con el que tengo especial afecto porque fueron mis primeras rutas en la Psicología Positiva, dónde las caminé aprendiendo del maestro Tal Ben Shahar; este es el modelo S.P.I.R.E. que autoevalúa el Bienestar subjetivo desde 5 áreas de la experiencia personal y que constituyen un Bienestar holístico, en la vida de un ser humano integral.

Habiendo hasta aquí explorado en el Bien-estar, podemos destacar algunos de los beneficios científicamente comprobados:

  • Las personas con mayor bienestar tienen mejor salud y viven más tiempo, son más longevas.
  • Son más populares y tienen mejores relaciones, más perdurables y satisfactorias.
  • Son más productivas y creativas, las organizaciones son más exitosas con personas positivas y satisfechas ante la vida.
  • Son mejores ciudadanas, mas generosas y caritativas; dedican más tiempo a servir y ayudar a los demás.
  • Tienen un mejor desempeño en lo educativo y lo laboral.

En otras palabras y repitiendo la frase del Dr. Tal Ben Shahar, ¡Se siente bien sentirse bien!  

by Betsy Martínez

Leave a Comment